Aprendiendo a Vivir

"Nunca Pierda la dulzura de su carácter"

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lunes, 10 de agosto de 2015

CÓMO ENCONTRAR EL EQUILIBRIO




Encontrar el equilibrio en medio del vertiginoso ritmo de la vida es un verdadero desafío. Sin embargo, es algo en con lo cual todos los seres humanos estamos, o deberíamos estar, comprometidos en todo momento.

El equilibrio equivale a sentir que todos los aspectos de la vida forman un conjunto armonioso y es diferente para cada persona e incluso para una misma persona en distintos momentos. Por ejemplo, si uno trabaja demasiado durante un día, eso produce satisfacciones que uno experimenta camino a casa, y aún más cuando ese trabajo nos deja tiempo para realizar nuestras aficiones personales o familiares.

Pero cuando ese equilibrio desaparece, cualquier pequeñez nos agobia, como si se tratara de un gran problema sin solución.

El equilibrio puede ser difícil de alcanzar y de conservar. El mero hecho de intentar mantenerse firme no nos funcionará mucho tiempo porque, con seguridad, algo nos golpeará e intentará sacarnos del camino.


¿Hay una clave para alcanzar y mantener el equilibrio en las cosas de la vida de todos los días?

Si, dicen los expertos. La clave  del equilibrio está en mantener el control de la única persona que necesitamos controlar: uno mismo. Es indispensable mantener firme y claro en mente, el propósito de lo que se hace o se quiere hacer, así como avanzar ( siempre avanzar) y aceptar que, a veces, es necesario retroceder o caminar de lado para mantener el impulso.

Otra clave importante, es aprender a percibir, que el sentido del equilibrio cambia con las prioridades de la vida, a medida que el entusiasmo por los nuevos compromisos se desvanecen y uno comienza a sentirse más a gusto con lo que al comienzo era desagradable. Pero, hay que tener cuidado con no cambiar las prioridades reaccionando caprichosamente a las presiones. Si trabajar para conseguir dinero se convierte en una prioridad sin ningún poder que  la pueda limitar y encauzar, perderemos el equilibrio. Si el afecto por una afición o una persona se convierte en una dependencia enfermiza, la afición y la relación nos hacen perder el equilibrio. Si la vida social nos obliga a dejar de lado la atención de nuestros deberes familiares y personales, perderemos el equilibrio.

A continuación atendamos unas cuantas guías de comportamiento para cuando nos ataquen los vientos en contra del desequilibrio:
  •     Revise a diario sus valores espirituales, morales, su visión y sus propósitos. Dedique el tiempo necesario a obtener una visión clara de su vida y cuantifique cada decisión que tome. Recuerde que “lo que no se puede medir no existe”.
  •     Comprenda que el cambio de circunstancias puede modificar sus propósitos, así como los pasos que ha de dar para conseguirlos.
  •     Pregúntese qué puede ser lo que le está estorbando y debe dejar de lado.
  •     Tome decisiones que garanticen su crecimiento personal en equilibrio.
  •     Sea consciente que afrontará situaciones que no puede cambiar, gente  a la cual no puede ayudar y resultados que no puede alcanzar.
  •     Y sobre todo, no abandone nunca aquello en lo cual usted está sobre seguro que es importante, valioso, productivo y útil al prójimo.

    Referencias:

    Jeni Mumford, “Coaching  para Dummies”.