Aprendiendo a Vivir

"Nunca Pierda la dulzura de su carácter"

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viernes, 23 de septiembre de 2016

EL PODER DE LA AMISTAD EN LA VEJEZ




La amistad debe mantenerse y cultivarse en cualquier etapa de la vida. Soy un hombre mayor de 60 años y no me avergüenza reconocer a “esta hora del partido”, dicho de manera proverbial, que me cuesta un mundo, establecer y desarrollar conexiones con cualquier persona, con miras a construir una relación firme. Ahora, es poco menos que una verdadera odisea.

En un estudio de la longevidad que se realizó con personas mayores de 70 años en Australia se concluyó que las personas que contaban con una red de buenos amigos aumentaban la esperanza de vida más que las relaciones con familiares. Esto no quiere decir que las relaciones con la familia no sean importantes pero en este caso esas relaciones no se eligen, mientras que los amigos sí, lo que fomenta que se desarrollen determinados sentimientos que hacen de la amistad un importante valor para alargar la vida.

Nadie discute la importancia de los vínculos afectivos con personas cercanas y su efecto poderoso en el ser humano. Sin embargo, no son muchos los casos conocidos de amigos que han mantenido su relación, de forma vigorosa y productiva, con el paso de los años, es decir, de los muchos años.

Y esto ¿por qué? El paso de los años constituye el mejor filtro para depurar, motivar, terminar o reiniciar una relación de amistad. Produce cierto embarazo emocional hacer un recuento de las amistades que hemos dejado a lo largo del camino. Esto no nos sucedió cuando éramos jóvenes porque en aquella época tener planes y realizarlos, era más importante que tener amigos. Estos se hacían y se deshacían con la misma rapidez con que aparecían nuevos intereses. Por supuesto que podemos recordar unas cuantas excepciones. En síntesis, las amistades no eran tan importantes como nuestros planes, casi siempre enmarcados por un poderoso sentido de egocentrismo. Éramos nosotros y los demás. La amistad se debía someter a nuestro capricho, sea cual hubiera sido nuestro interés en ese momento.

Ahora, en la vejez, muchos de los planes se han cumplido y otros los hemos perdido, o lo que es lo mismo, hemos perdido la pasión y el interés por cumplirlos, y cuando nos detenemos a observar el panorama a nuestro alrededor, descubrimos la falta que nos hace ahora el amigo olvidado, aquel que dejamos o nos dejó orillados a la vera del camino, por un absurdo malentendido, o al que nos decepcionó o decepcionamos. Casi nada hiere tanto como ser traicionado por un amigo, y entonces la amistad se transformó en enemistad, la misma que nos impulsaba a cambiarnos de acera para no coincidir con la misma persona que días antes nos hacía falta frecuentar. Hoy nos duele el vacío que dejó el amigo olvidado y la mala valoración que hicimos en su momento de aquello que hoy, si lo tuviéramos, nos alargaría la vida, en opinión de los expertos.

Diversos estudios han mostrado la importancia que los vínculos tanto familiares como no familiares que brindan algún tipo de apoyo, tienen en el bienestar integral durante la vejez. Entre ellos, las relaciones de amistad han sido identificadas entre los vínculos centrales que conforman la red en esta etapa de la vida.

La amistad otorga apoyo emocional y seguridad. Nos ayuda a mantener la autoestima alta, y favorece la integración social. Las personas se sienten acompañadas, se evita la soledad aunque no exista una relación continua, y nos da apoyo en los momentos difíciles.

“Más valen dos que uno, pues mayor provecho obtienen de su trabajo. Y si uno de ellos cae, el otro lo levanta. ¡Pero ay del que cae estando solo, pues no habrá quien lo levante!” Eclesiastés 4: 1

El fomento de la socialización y el establecimiento de relaciones interpersonales en las personas mayores resultan imprescindibles para potenciar una vida activa lo que redunda en una mejoría del bienestar físico y emocional. Son muchos los estudios que se han hecho para comprobar los beneficios de la sociabilización, en ellos se demuestra que en las personas mayores tiene efectos favorables en enfermedades crónicas y la prevención de patologías de la esfera psico-social como la depresión o la ansiedad.

Les dejo esta canción de Alberto Cortez por si alguno de ustedes ha aprendido, nunca es tarde, a valorar la importancia de la amistad en la vejez, y al mismo tiempo el mensaje que conlleva el reinicio de una nueva aventura, que puede empezar ahora mismo, con quien sea tu prójimo.

viernes, 15 de julio de 2016

¿QUÉ SE SIENTE EN EL MOMENTO DE UN ATENTADO?



¿Qué se siente en el momento de un atentado? Preguntó un periodista a un testigo presencial del ataque de ayer en la noche en Niza. Al escuchar la pregunta apagué indignado el radio-receptor por el que venía escuchando los pormenores de la  terrible noticia.
¿Qué se puede sentir? ¿A quién le importa lo que alguien siente en ese momento, cuando la cantidad de los muertos asciende a 87, hoy en la mañana? En fin, como no soy estudiante de periodismo, ni analista profesional de sucesos, debo doblar la página y preguntarme, tan solo, por mi única y propia necesidad: ¿Qué puedo pensar de esta tragedia?
 


El mundo no puede seguir siendo el mismo desde anoche. Cada tragedia como la de ayer, independientemente de quién la haya provocado o quién se atribuya la autoría, obliga a todo ser humano, habitante de este planeta, y soy uno de ellos, a razonar sobre la posición responsable que hay que asumir frente a este hecho, que dista de ser uno más en la historia de las tragedias.
El 11 de septiembre del 2012 ocurrió el atentado contra las Torres Gemelas. El mundo se conmovió al observar impávido las imágenes tomadas en directo por los medios de comunicación que, sin mediar ningún tratamiento periodístico previo, trasladaron a la audiencia mundial, las escenas asombrosas de pánico, muerte, desconcierto y dolor, que aún muchas personas guardan vigentes en su memoria. Pero el tiempo ha pasado desde ese día. Estados Unidos como nación se recuperó del impacto y como si fuera un símbolo a la capacidad de restauración del pueblo norteamericano, en el mismo lugar del atentado, hoy se yerguen modernas construcciones que dejan claro el mensaje de la enseñanza aprendida de la dolorosa tragedia.
Lo sucedido anoche es igual en términos de magnitud, proporciones y consecuencias a lo del 11 de septiembre del 2012. Hacer estrellar dos o casi tres  aeronaves contra dos gigantescos edificios o embestir a una multitud desprevenida e inocente, luego de haber meditado en el modo y el método de actuar, en la forma como al parecer, en el hecho ocurrido anoche, nos muestra el resultado de las primeras investigaciones de la policía francesa, solo puede dejar en claro la causa mayor de todo lo acontecido: odio.
Cada vez que el odio se impone sobre cualquier otra forma de convivencia humana, habrá una catástrofe que cambiará el mundo, la vida, el diario vivir, la familia, el ser humano. El odio no razona, ejecuta. El odio no espera: aniquila. El odio no transige: destruye. Cualquier causa que se ampare, así sea subrepticiamente, en enunciados que se hayan gestado por semillas de odio de cualquier tipo, social, político, religioso, filosófico o étnico, no debe contar con ningún reconocimiento, ni público ni privado, de nadie que sea consciente de su naturaleza humana, dotada de cuerpo, alma y espíritu,  creada y consumada por Dios.  Dios, el Dios de la Biblia, es amor, ante todo. Y si bien es justo y su justicia muchas veces es dura e incomprendida, nunca antepone su voluntad a su amor incondicional.

domingo, 19 de junio de 2016

LA AUTENTICIDAD ES NUESTRO SELLO PERSONAL




Me atrevo a asegurar sin ningún margen de duda, que casi todos los seres humanos de este maravilloso planeta, sobre todo si llevamos algún kilometraje a cuestas, sabemos lo que se gana o se pierde con el buen o mal manejo que hacemos, día a día,  de las relaciones entre las personas. 
La mayoría de las personas quiere pasarla bien con aquellos que los rodean. Las librerías en físico y las digitales, están llenas de abundante información sobre el tema de llevarse bien con los demás, pero una y otra vez nos vemos envueltos en retumbantes fracasos por no poner en práctica la información de una manera constante.
Dos vecinas mantenían por largo tiempo una enconada rivalidad que les mantenía muy distanciadas la  una de la otra. Para colmo, todo el vecindario disfrutaba del enfrentamiento y habían hecho de eso la cuota de distracción colectiva que el pueblo necesitaba para pasarlo bien. Al borde de la situación, cuando ya era insostenible, sobre todo para una de las postulantes, alguien sugirió enfrentarlas en una competencia atlética a carta cabal, y al alcance del disfrute de todo el poblado. 
Doña liebre y doña tortuga se enfrentaron y todos conocemos el estrepitoso desenlace: la lenta y aparentemente torpe ganó y la  veloz y excesivamente autosuficiente perdió. 

La fábula de Esopo termina allí, pero en tiempos de globalización se ha escrito la versión acorde, en la cual luego del primer enfrentamiento las protagonistas resuelven conjuntamente evaluar los pro y contra de su anterior experiencia. ¿Qué consiguieron?  En esta fábula actualizada para tiempos de globalización, doña liebre, luego de su vergonzoso fracaso decide bajar su cerviz (no le quedaba mucho) y buscar a doña tortuga para evaluar objetivamente la competencia anterior. Ambas aprendieron que el principal enemigo que hay que vencer somos nosotros mismos. Que el sello personal que le  imprime todo el vigor a nuestra personalidad, a nuestros  planes y a nuestros sueños, es la autenticidad. Y además: 
1. Cuando colocamos nuestras áreas fuertes al servicio de las áreas débiles del vecino, se desata una fuerza de alcance inimaginable. 
2. La suma de los talentos individuales de un equipo no es, de ninguna manera significativa a lo que es el compromiso que se genera como fruto de la confianza entre cada uno de los miembros del equipo. 
3. La confianza se fabrica en los talleres de la empresa SINCERIDAD y CIA, la que a su vez produce una marca absolutamente prestigiosa, que posee el nombre de AUTENTICIDAD. 
La clase de persona que se lleva bien con los demás es la que muestra un interés genuino en los demás. Cuando están contigo, realmente está contigo, son bondadosos  y amistosos al tratar con las personas, ya sea que se trate de amigos, compañeros de trabajo o los camareros que le sirven. Su forma de ser no es forzada, es genuina. Acepta a los demás como una persona que vale. Escucha y aprecia las contribuciones de los demás en las conversaciones.
Noman Wright, psicólogo, (Wright, 1999) dice que la autenticidad es una cualidad básica para tener éxito y llevarse bien con los demás. Autenticidad es ser uno quien es realmente. Es no tener una fachada, una máscara. Es la persona que cuando está con los demás no actúa, simplemente es quien es. Ser auténtico es ser sincero. Sin cera. En tiempos antiguos las vasijas de porcelana fina y cara, a menudo, desarrollaban rajaduras al ser expuestas al fuego. Los mercaderes deshonestos las untaban con cera hasta que las rajaduras desaparecían, y entonces  decían que las vasijas estaban sin defectos.

El orgullo, la arrogancia, la superioridad, el individualismo así como la falsa humildad, la inferioridad y otras tantas desequilibradas manifestaciones de la conducta humana, son máscaras o rajaduras que desvirtúan el sello auténtico de nuestra personalidad, creada a imagen y semejanza de Dios. Doña liebre aprendió a ser autentica y feliz. Luego de su principal fracaso que le permitió evaluar su conducta arrogante y vanidosa, que le había convertido en una eficiente y ganadora competidora, pero solitaria e infeliz. Descubrió que estaba perdiéndose de la gran cantidad de recursos que estaban en manos de su vecina, disponibles para ella, con tan solo estirar la mano y solicitárselos. Fue allí cuando adquirió su verdadero potencial.  


domingo, 15 de mayo de 2016

LA SALUD POSITIVA




La salud positiva no es solamente la ausencia de enfermedad; es una cualidad de vida, un completo desarrollo físico, psicológico y espiritual: es una exaltación del dinamismo personal. 
La salud positiva es un estado integral, dinámico y productivo de la persona que le permite desarrollarse plena y mesuradamente en todas sus áreas.  
La buena salud, en términos médicos, alude al estado del organismo que cumple sus funciones con normalidad: nacer, desarrollarse, reproducirse y fallecer. 

Pitágoras, en el siglo VI a.d.C., profesaba que la más noble tarea que un hombre puede proponerse en este mundo, es enseñar a vivir a los hombres. Consideraba a la salud como una armonía entre el hombre y la naturaleza, y a la enfermedad como una ruptura del equilibrio. (Tournier, 1995)
Cuando fragmentamos el orden establecido nos enfermamos porque se rompe el equilibrio en cualquier área de la vida.  El equilibrio está dado en la naturaleza, creación de Dios, y está basado en reglas o principios permanentes destinados a conservar el orden en el cuerpo, en la mente y en el espíritu. 
Enumero algunos principios de vida saludable: no fumar, hacer ejercicio razonable, ingerir comidas apropiadas, reír frecuentemente, orar, descansar, cultivar amistades profundas.
Alguien ha dicho: Dios fija los principios (fundamentos), nosotros fijamos los límites. 
Los límites son bordes o fronteras de la conducta, que debemos fijar sabia y valerosamente, en todas las actividades humanas,  y que los psicólogos conocen muy bien como restricciones o limitaciones, que no siempre resultan negativas (“Hay que ponerle límites a ese niño”) 

Los límites  son necesarios para crecer con salud física, mental y espiritual. El objetivo del límite no es el “protocolo” sino que las personas, niños y adultos,  guarden dentro de sí dos palabras: el sí y el no. Una vez que estas palabras quedan guardadas en el interior, las pueden utilizar para decirle sí a lo bueno y no a lo malo. 

Dentro de los beneficios más notables de sujetarnos a los límites se encuentran: Control del peso, por el gasto energético y porque ayuda a controlar el apetito, manejo de emociones como estrés, ansiedad, tristeza, depresión, enojo, etc., Mejora el estado de ánimo, debido a que se producen internamente endorfinas, que son sustancias que han sido llamadas la hormona de la felicidad porque nos generan una sensación de bienestar y control del dolor. De manera natural, evita que hagamos gastos innecesarios en tratamientos.
¿Cuál es la fuerza determinante que nos puede mover a vivir una vida saludable, de acuerdo a principios y límites? Yo creo que es la fuerza espiritual: es la mayor fuerza del mundo. 
Esta fuerza puede transformar a los pueblos y a los individuos. Es la única que puede asegurar la victoria sobre las fuerzas negativas que destruyen a los pueblos y que socaban la salud del individuo: el egoísmo, odio, miedo, desorden. Es la única que da la alegría, la energía y el ardor necesarios para ese combate diario que es la vida y la defensa de la salud (Tournier, 1995)  
Cuando nos ponemos en orden con los principios y guardamos el equilibrio, respetando los límites, no solo nos ayudamos a nosotros mismos a vivir vidas positivas, sino que estamos en capacidad de ayudar a otras personas a que logren victorias sobre sí mismas, a que dominen sus pasiones, a que templen de nuevo, cada día, sus fuerzas en contacto con Dios. Eso no es disminuir únicamente los peligros de caer enfermos, sino encontrar el manantial de una “salud positiva”. 
La estrategia para desarrollar esta vida saludable se logra, obteniendo el compromiso individual, cada día, echando mano de la fuerza espiritual, la fe en Dios,  como motor generador de todas las capacidades, para asumir la decisión, la responsabilidad, la diligencia y, algo maravilloso e insustituible,  además: la alegría de vivir. Así se satisfacen necesidades fundamentales, se mejora  la calidad de vida y se alcanza  el pleno desarrollo humano en términos de la dignidad de la persona

viernes, 22 de abril de 2016

LA EDAD MADURA



La edad madura del hombre es una época que se extiende entre los treinta  y cinco años y puede llegar hasta más allá de los sesenta, siendo  un  poco diferente para la mujer, pues es reconocido que el proceso de desarrollo de ellas ocurre de forma mucho más vertiginosa y prematura que en el hombre. También se trata de un estado de ánimo en el que, a menudo, la persona experimenta un cambio en sus valores, sus creencias, sus costumbres, su vocación, su trabajo,  y hasta su forma de encarar las decisiones más simples.  Es un período en el que se “enfrenta cara cara con sus sueños, logros, metas y relaciones cumplidas y no cumplidas” (Wright, 1993)



Es un proceso natural pues a medida que una persona siente el paso del tiempo entra en conflicto con muchas de sus anteriores formas de enfrentar la vida. No obstante, también es una oportunidad de desarrollar el potencial propio y de aceptar nuevos desafíos y nueva dirección para la vida. A la vez, es un tiempo de gran responsabilidad en la toma de decisiones en los negocios, el trabajo, la familia, Dios, la sociedad, los amigos. Tal como lo dice un experto: es el tiempo de darse cuenta de las nuevas posibilidades y limitaciones.

Sé de qué estoy hablando y podría encabezar este artículo en primera persona. Pero lo resumiré con  una frase y una anécdota que me ocurrió cuando en  mi portal de facebook, en el que he puesto una foto mía reciente, recibí un mensaje así: si usted es César, el compañero de mi escuela secundaria, identifíquese de otra manera para poderlo reconocer. La frase es ésta: La edad madura es cuando los antiguos compañeros de estudios de uno están tan canosos, arrugados y calvos que no los puedes reconocer ni  tampoco ellos a ti. 
No pretendo soslayar que el deterioro es una constante que está presente en casi todas las actividades de la edad madura, pero tampoco se puede desconocer que en ésta época se está en la mejor disposición de establecer los ajustes que antes, por aquello de la prisa, empeño, esfuerzo en alcanzar las metas, no hicimos o no se sabía cómo hacerlo.
 

Durante la edad madura hay que trabajar en varias áreas de ajuste. Una de ellas es la capacidad física. En este período hay una disminución natural de fuerza física, de aguante, de “atractivo juvenil”, sin embargo, la capacidad de discernimiento y de sabiduría  está aumentando y, por tanto, se convierte en un sustituto poderoso de muchas cosas.
Otra área de ajuste es aprender a ser flexibles emocionalmente, si no se ha aprendido antes. No hay que esperar a que los propios padres mueran, o los hijos deban separarse del hogar, o a recibir la noticia de la muerte de otras personas cercanas de la misma edad para construir, afirmar o fortalecer lazos emocionales sanos y fuertes, es decir, sin dependencias enfermizas, dentro de los límites que permitan los principios y valores imperecederos en los que siempre se debe estar apoyado. 


El sentido de utilidad es otra área de ajuste importante en la edad madura. Siempre se tiene la tendencia y  hasta la obligación de vivir la vida siendo útiles al otro. Es una forma de asumir el rol de proveedores responsables y productivos. Es una ley de la vida y no puede ser burlada. Pero en  la edad madura, como en otras épocas, el sentido de utilidad va a girar, o debería girar en torno a uno mismo, antes que alrededor de los demás. La sentencia bíblica en labios del Señor Jesucristo habla por sí sola: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más importante y  primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22: 37-39) Dhh. Muy claro. El sano amor a sí (no confundirlo con egocentrismo extremo) es indispensable e insustituible  para poder experimentar el amor de Dios y el amor por los demás. 

viernes, 15 de abril de 2016

LA COMUNICACIÓN ES LA LLAVE DE LA VIDA



Conversamos todo el tiempo, porque hablar es una necesidad vital del ser humano y porque hemos sido dotados del don de la palabra. Sin embargo, suponemos que sabemos conversar y como hablamos casi sin darnos cuenta, creemos que estamos comunicándonos. No es así. Hay mucha diferencia entre conversar y comunicar. La mayoría de las veces nuestras conversaciones son para pasar el rato y no pasan de un blablablá, aún en muchos casos en los que entablábamos conversaciones “serias. En la sociedad contemporánea la conversación se suele parecer a un juego de pìng pong. Cada individuo expone lo cree que tiene que decir, mientras el otro piensa en responder sin siquiera pensar en la propuesta del interlocutor. Peter Senge describe este fenómeno con una maravillosa metáfora: Es como si dice intentáramos atrapar un balón que aún no ha llegado a nuestras manos o cómo si devolviéramos la pelota con la raqueta sin antes haberla recibido.

Para ser un buen comunicador hay que hacerse entender y, para hacerse entender hay que empezar, primero, entendiendo al otro. La comunicación es algo más que una habilidad; es una actitud que empieza con la disposición de dejar de ser uno mismo, para poder conectarse con el otro. También he aprendido, con el paso de los años, que la comunicación interpersonal o relacional es la habilidad más importante del ser humano. ¿Por qué? Porque vivimos para entablar y desarrollar relaciones armónicas y, por supuesto, estamos relacionándonos todo el tiempo con Dios, con nuestros familiares, con nuestros amigos, compañeros cercanos o casuales, a menos que vivamos en una isla desierta o hayamos sido privados de nuestra capacidad física para comunicarnos. En síntesis: la llave que abre la puerta a la vida plena es la relación, y toda relación se construye con comunicación.

Deseo que vean una parte de la película "Náufrago". A mi modo de ver, una escena cargada de dramatismo y de simbología vívida, real y ejemplificante sobre el fenómeno extraordinario de la necesidad vital de relación en el ser humano. Jack (Tom Hanks) ha pasado 4 años de su vida en una isla desierta lejos de todo. Durante este tiempo sólo tuvo una pelota con quien hablar entre ilusiones para no sentirse tan solo. Cuando están a punto de encontrar al náufrago y llevarle a casa, su pelota se ve arrastrada por la marea. Jack sabe que no podrá ayudarla al temer por su vida, y debe de tomar la dura decisión de despedirse de Wilson. No le queda nada.



Cuando las relaciones fallan, se desgastan o se pierden, como en la película, estamos a punto de sucumbir. Las relaciones empiezan a desgastarse cuando la comunicación (no la simple conversación) se deteriora.

Comunicar ideas y sentimientos es algo tan básico y propio de nuestra naturaleza que a menudo lo damos por supuesto. Las crisis de personalidad, los principales problemas o conflictos en una relación interpersonal, conflictos laborales de cualquier clase y hasta guerras entre países, se originan a diario en una mala o deficiente comunicación. Si como seres humanos nos comunicamos todo el tiempo, pues no se comprende existencia o al menos sobrevivencia sin relaciones armónicas con el prójimo, entonces por qué fallamos en algo tan primordial.

Cuando nos comunicamos eficazmente aclaramos procesos de pensamiento, resolvemos problemas, establecemos acuerdos y compromisos y lo más importante: trascendemos en una conexión de vida con nuestro prójimo.

Nada está más condenado al fracaso que dos personas, dos equipos o dos gobiernos que se esfuerzan en no comunicarse, en no entenderse, en odiarse.

martes, 1 de marzo de 2016

ALGUNAS PERSONAS CAEN BIEN A PRIMERA VISTA



La vida parece ser un desafío continuo para llevarse bien con los padres, amigos, jefes, compañeros de trabajo, novias, con el que nos alquila la casa etc. Desde Adán y Eva los miembros de la creación han tenido problemas para relacionarse los unos con los otros. Es cierto. Pero también es cierto que hay personas a las que les resulta muy fácil caer bien, ser admiradas, invitadas de honor a cuanta reunión social se esté planeando.
¿Existe algún secreto, carisma o don especial que unos tienen y otros carecen? Es posible. Pero a quienes nos interesa aprender todo lo que concierne al intrincado y a la vez fascinante mundo de las relaciones entre las personas, nos resulta ineludible  tropezarnos con una lección fundamental pero no simplista:  Caer bien es asunto de actitud, más que de estados de ánimo. Y la actitud, como todo lo que nace en el ser humano, se adquiere, se aprende y se desaprende. Claro, la clave del misterio es saber cómo se hace.
Aprender a relacionarse con los demás no significa caerle bien a todo el mundo, sino aprender a distinguir con quién se puede construir una relación duradera y de quién habrá que apartarse a su debido tiempo. 


 
 Según Norman Wright existen varios niveles diferentes en las relaciones con las personas,
1.    Las relaciones mínimas involucran contactos simples y verbales a nivel superficial. No se da ni se recibe ayuda. No agrada estar con ellas pero hay que soportarlas. La clave para llevarse bien con las relaciones mínimas es determinar con anterioridad  qué tanto se necesita relacionarse con  esa persona y después esforzarse porque ese trato se haga  tan saludable como sea posible.
2.    Las relaciones moderadas son como la anterior pero incluyen un componente nuevo: un lazo emocional. Se escucha al otro y se da apoyo emocional. Idealmente esta relación es una calle de doble circulación pero aunque no lo sea no hay espacio para rechazos ni frustraciones, además que no se espera involucramiento emocional de ninguna de las partes.
3.    Las relaciones fuertes contienen un elemento diferente: hay ayuda. Se realiza una inversión mayor al apoyo emocional que es el involucramiento, la responsabilidad, el compromiso. Cuando el contacto emocional es falso aquí, nos equivocamos en las señales que produjimos, o nos equivocamos al leer las señales que nos dirigieron,  nos lleva a tener impactos que generan relaciones  pobres o caóticas. 

4.    Finalmente, las relaciones de calidad. En ella todos los elementos de los niveles anteriores nos llevan al nivel profundo en el que se incluye un componente determinante: la mutua confianza. No hay secretos ni barreras. Hay seguridad cuando se revelan necesidades internas, pensamientos y sentimientos. Pueden existir entre amigos, esposos, padres, y aún entre compañeros de trabajo.
Referencia:
Norman Wright, Como llevarse bien con casi todo el mundo (Editorial Unilit, adaptado de la pág. 1a la 12)

martes, 16 de febrero de 2016

EL RETO DE LA MENTE RENOVADA



Fuimos creados para que la mente, vale decir, el pensamiento fuese  el máximo recurso del ser humano.   Aún hoy, los neuro-científicos se esfuerzan valiente, tesonera y hasta desesperadamente en encontrar los cauces y derroteros por donde la mente transita en la búsqueda de cuanta verdad haya necesidad de desentrañar.
 Edward de Bono, psicólogo de Oxford, se hizo famoso por haber acuñado el término Pensamiento Lateral, también llamado Pensamiento Creativo, en sus libros “El uso del Pensamiento lateral” (1967) y “El Pensamiento Lateral” (1970)
De Bono plantea que la mente posee un poderoso recurso poco utilizado, distinto al convencional o lógico, con un enfoque mucho más amplio, que permite escapar de la rutina generadora de ideas ordinarias para dar paso a nuevas y frescas reflexiones. (Ejemplo: "Algunos meses tienen 31 días, otros solo 30. ¿Cuántos tienen 28 días?", y, la respuesta sería, "todos").
 
El pensamiento lateral trata de encontrar soluciones imaginativas, distintas, que se apartan del clásico enfoque habitual de cualquier problema cotidiano, hasta con los llamados acertijos o adivinanzas, donde la solución, por lo general, no es precisamente aquella que más se espera.
Es en primera instancia una actitud, pero también un método. Su objetivo se focaliza en el cambio de los modelos mentales que limitan los pensamientos. Descomponen las guías establecidas para liberar la información que contienen. Las partes así obtenidas promueven la aparición de nuevos modelos basados en datos de fuentes internas y externas. A esta modalidad no le preocupa la producción de una idea incorrecta, sino la elaboración de una gran cantidad de planteos referentes al problema. Para el pensamiento lateral no existen concepciones erróneas y su base primordial es que la lógica presenta desventajas para resolver algunas situaciones, pues requiere de un fuerte fundamento y un proceso que no siempre puede efectuarse o establecerse. ("A Pedrito se le cayó un anillo dentro de una taza llena de café, pero el anillo no se mojó. ¿Cómo puede ser?" respuesta: el café era en grano)”.
Hace pocos días supe que en una empresa importante con asiento en nuestro país se le encargó a unos ingenieros de sistemas que diseñaran un brazo hidráulico y lo deberían hacer  con piezas de Lego.  Supe la noticia y pensé: Es un juego (por no decir una tontera).   Pero cuando posteriormente observé el video del brazo robótico funcionando sobre la mesa de ingeniería de esa empresa, comprendí que en ese lugar entienden muy bien la importancia y utilidad del Pensamiento Lateral o Creativo y que la creatividad es un lenguaje, una cultura que, bien encauzada, por una senda clara de principios morales y éticos, puede ser una herramienta poderosísima para el desarrollo de la sociedad científica y en general. 


La mente es nuestro principal recurso, y la creatividad su extraordinario instrumento. No en vano,  Saulo de Tarso, quien después fue conocido como Pablo, escribiendo a los cristianos de Roma, hace más de 2000 años, tenía que haber sido inspirado divinamente para acertar, como en todos sus escritos, con una frase categórica, única y, por sobre todo, actual: “Si quieres cambiar tu manera de vivir, cambia tu manera de pensar” Romanos 12: 1-2
Referencias:
•    Asociación Educar, artículo sobre el Pensamiento Lateral escrito por el Dr. NSE Dr. Nse. Luis M. Labath
•    “Ideas para Profesionales que Piensan”, autor Edward de Bono, 1997
•    Dios habla hoy

domingo, 7 de febrero de 2016

EL VERDADERO RETO





En el mundo de los negocios las cosas deben resultar tal como se planifican. Y las razones saltan a la vista, pues los beneficios están enmarcados dentro de un signo llamado dinero, por lo tanto todo allí tiene un precio, ocupa un espacio y toma un determinado tiempo.

Y es que el mundo de los negocios es de resultados, no tanto de descripción o análisis. Pero, nunca debe olvidarse que el logro más importante en cualquier actividad humana es precisamente la realización del ser humano que está dentro de ella. Ese es el mejor resultado que la organización puede lograr. Lo que no se puede medir no  se puede mejorar. El mayor reto que a diario se nos presenta es el de aprender a medir el valor de  quien comparte con nosotros una labor o una actividad. 

Aprender a valorar y ser valorados. Este es el cordón primario del éxito de una organización, de un proyecto, de una empresa, de un equipo, de una familia. 

Hace pocos días le  pregunté a un empresario sobre su definición del término reto en los negocios. Justamente hacía pocas horas, que uno de sus colaboradores había incurrido en un costoso error  por una equivocada decisión que acarrearía una sensible pérdida económica a la empresa. Me respondió: el costo de la pérdida económica del error de aquella persona está muy por debajo de lo que esa persona representa para nuestra empresa. 
 
                             

El comportamiento organizacional ineficaz o equivocado puede efectivamente paralizar la competitividad de una empresa, de un equipo, de una familia y hasta de una sociedad entera. Si una empresa está plagada de liderazgo ineficaz, mala ética de trabajo o baja moral de los empleados, el cambio en la forma de medir el valor que se le atribuye a los colaboradores es una tarea impostergable  y prioritaria.

El liderazgo es el catalizador para un modelo de comportamiento exitoso o fallido. El líder exitoso no pierde a su gente valiosa. Este es un principio rector en el liderazgo humano y en el camino largo del éxito de cualquier organización. 

Simón Pedro estuvo a punto  de ser despedido de la más grande empresa creada jamás, debido a una aparente traición al líder mayor de esa organización de la que era su principal colaborador (Juan 21:15-19). Simón Pedro sólo requería demostrar arrepentimiento y amor para ser valorado por  Aquél que otro cualquiera hubiera desechado, sancionado, expulsado y olvidado. Más Jesús no lo hizo. 

El arrepentimiento verdadero y el amor incondicional deben ser las medidas justas para valorar el tamaño de una relación. 

Quiero pedirle amigo lector de mi blog, que observe el siguiente video mientras se pregunta, a la luz del anterior comentario, ¿cuál es el verdadero protagonista de la historia?