sábado, 19 de septiembre de 2015

LA VIGILANCIA CONSTANTE


Aproximadamente la mitad de la superficie de los Países Bajos está por debajo del nivel del mar. Construir diques o desagües para crear esta tierra utilizable requiere un arduo esfuerzo. Una vez que los holandeses sacan el agua, tienen que mantener los diques en buen estado y estar atentos a las entradas de agua. El agua que se filtre tiene que ser bombeada otra vez al mar. Los holandeses siempre tienen que tener presente que ellos están por debajo del nivel del mar. A menos que ellos vigilen constantemente y mantengan los diques, el  mar volverá a vencerlos.  

Debemos mantener una vigilancia constante sobre dos de los diques de contención que nos pueden proveer una vida sanamente productiva: Prioridades y Equilibrio. Gestionar el uso del tiempo, las actividades, los hábitos personales y la vida en general es asunto de máxima importancia, si queremos progresar en nuestra vida personal y si queremos evitar que el mar de las preocupaciones nos supere y nos venza.  Es aquí donde fallamos frecuentemente porque consideramos que equilibrio es darle a darle a todo y a todos la misma cantidad de tiempo. Nos han dicho que para llevar una dieta equilibrada no se debe comer por igual la misma cantidad de grasa y carbohidratos. Pues bien, creo que con el equilibrio en las actividades diarias sucede lo mismo. No pasamos la misma cantidad de tiempo comiendo que durmiendo decía Zig Ziglar. Las prioridades se refieren al orden cronológico, mientras que equilibrio se refiere a la variedad.  
Las prioridades y el equilibrio pueden confundirnos. Por ejemplo, la mayoría de las veces invertimos más tiempo trabajando que en cualquier otra actividad. Si trabajamos ocho horas al día no podemos pretender practicar un deporte ocho horas al día, pero sí es necesario mantener en forma nuestras áreas físicas, mentales y espirituales. ¿Cómo lograrlo? Creo que la vigilancia constante para mantener el equilibrio en esas áreas es la clave de la respuesta. Así mismo debemos hacer con las relaciones sociales y familiares.   
Surge la pregunta ¿Cómo mantener una vigilancia constante para evitar salirnos de las casillas, estresarnos, enfermarnos y al final llegar hasta el dique seco en el que comprobamos dolorosamente que hemos perdido el rumbo, que dejamos pasar la oportunidad de sobresalir o apreciar una relación importante o que el tiempo se nos escapa como agua entre los dedos? 


La clave, una vez más, está en comprometernos con valentía en reconocer el verdadero estado de nuestra realidad actual. Qué tan perdido estamos. Dónde tenemos que esforzarnos más o dónde podemos relajarnos sin comprometer la productividad o los resultados que nos hemos propuesto. Es algo así como lo que ocurre al atleta experto, que necesita medir su frecuencia cardiovascular durante la carrera para graduar la intensidad de su esfuerzo.  
He encontrado valiosas las preguntas que Zig Ziglar plantea a propósito de mantener el equilibrio y escoger adecuadamente las  prioridades mientras trabajamos en nuestro desarrollo personal:  
 ¿Eres feliz, tienes buena salud, una prosperidad razonable, buenos amigos, paz interior con Dios y buenas relaciones familiares? 
Cuando contestamos valiente, objetiva y sabiamente estas preguntas, podremos tomarle el pulso a nuestro estado actual, lo cual no nos garantiza que llegaremos en primer lugar a la meta de nuestro recorrido, pero sí sabremos qué correctivos hacer a tiempo, para concluir con éxito la carrera.  

2 comentarios:

  1. Hola don César, un placer leer estas letras suyas! No me sorprende su énfasis, es el que lo caracteriza! El Señor lo siga bendiciendo! Soy Sylvia la hija de Lorena Arias. Saludos a doña Pilar y a Angelita!

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    1. Mucho gusto de saludarla Silvia, Gracias por sus palabras. Igualmente para mi gran amiga Lorena, Bendiciones

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