lunes, 23 de marzo de 2015

EL PRESENTE O EL FUTURO ¿QUÉ PREFIERE USTED?

Vivir el presente siempre estará de moda. Es por eso que las estanterías de las librerías y las ofertas de libros digitales están llenas de libros de todo tipo que estimulan a vivir en el presente.

Estoy de acuerdo. Es la necesidad del momento y la tendencia que nos convierte en seres “prácticos, realistas y seguros”.

Pero a lo mejor el presente ya es pasado. Me explico: vivir en el presente es prácticamente imposible. Tenemos la ilusión de estar viviendo de modo consciente el presente, pero en realidad vamos siempre con retraso. Según los descubrimientos de los neuro científicos el hecho es que nuestra conciencia (el hecho de darnos cuenta de lo que nos pasa) demora unos 500 milisegundos (unos dos parpadeos del ojo) en enterarse de lo que percibimos a través de nuestros sentidos. Por eso, podemos decir que desde el punto de vista estrictamente científico lo que entendemos por presente es en realidad pasado cercano.

Permanentemente nuestro cerebro está relevando el mundo exterior e interior traduciendo lo percibido (luz, sonido, vibraciones, temperatura, falta de azucares, etc.) en el lenguaje del sistema nervioso: los impulsos electromagnéticos. De esta forma nuestras neuronas pueden “hablar” entre sí. Esta información es dirigida, evaluada y comparada en nuestro cerebro con la información que tenemos en nuestros bancos de memoria produciendo las respuestas que determinan nuestras reacciones y acciones.

Las reacciones instintivas y emocionales son súper veloces y se producen sin que nos demos cuenta (no hay conciencia), en unos 125 milisegundos (medio parpadeo) y se instalan en nuestro cuerpo. Los lóbulos Prefrontales tardan unos 500 milisegundos para conocer

lo que ya está pasando y podamos tomar consciencia del hecho. . Recién ahí podemos identificar tal o cual emoción y ponerle un nombre, transformándola en un sentimiento. Recién en ese momento entramos en el campo de la acción y salimos del de la reacción. Así que en el mejor de los casos estamos con 125 milisegundos de retraso con respecto de lo que nos pasa. ¡Y con otros 500 para darnos cuenta!

Saber que inevitablemente percibimos el presente con una ínfima demora nos puede ayudar estar más alertas para que esa demora no se extienda. Para ver la magia del presente es importante no perderse en los laberintos de las preocupaciones y la negatividad.

Hemos sido diseñados por Dios con la capacidad de procesar lo que nos ocurre sin ninguna demora a pesar de que lo que nos ocurre no está en el inmediato presente. La enorme cantidad de datos que procesamos en un brevísimo lapso de tiempo deja mal parada a cualquier computadora. ¡Tenemos un hardware envidiable! Queda en nosotros qué tipo de nuevos programas queremos cargarle, cuantos virus mentales (creencias erróneas, desfasadas temporalmente, etc.) vamos a dejar que nos invadan y cada cuánto haremos las actualizaciones necesarias para adaptarnos al paso que marca los avances de la ciencia en todos los campos.

Pero, hay otro desafío más: el futuro es ahora, en el presente. Y si no lo cree, observe con tranquilidad este video.

https://www.youtube.com/watch?v=U4CnRpqtWRA

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